lunes, 22 de febrero de 2016

La comunicación con la Infancia

 Tener éxito en la conversación con nuestros niños no es tarea fácil.  De hecho,  la comunicación en si es un tema complejo y fuente de conflicto de toda índole, pero no tiene porque ser un problema si sabemos llegar a nuestro interlocutor.
Cuando hablamos de comunicación no sólo nos estamos refiriendo a las palabras, sino también a los gestos, la postura, la mirada, la sonrisa, los silencios, etc.

Usualmente los adultos solemos dar buenas consignas, directrices y advertencias a los niños, pero... ¿significa esto que nos comunicamos bien con los niños de nuestro entorno?

La comunicación con la infancia ayuda a  los niños y niñas a desarrollar mejor su autoestima, la seguridad en sí mismos, a afirmar las relaciones positivas con los demás. Expresarse bien  les lleva a relaciones cálidas, de cooperación y satisfacción personal. Por otro lado la mala comunicación lleva a relaciones frustrantes y conflictivas .

¿ Qué debemos de tener en cuenta para mejorar nuestra comunicación con la infancia? 



1. Comunícate desde la aceptación. Es muy importante aceptar a las niñas y niños tal y como son, de esta manera se sentirán seguros y hacemos las conversaciones más fáciles.
2. Invita y motiva a decir más, a compartir ideas, sentimientos. No olvides decirles que sus ideas son importantes, aceptadas y respetadas. por ejemplo frases como...¿ Qué te parece si...?  ¿realmente...? dilo otra vez, quiero estar segura de haberte entendido. Qué interesante.
3 Escucha atentamente. Haz  una pequeña pausa en lo que estás haciendo, aunque sea  muy corta (30 segundos) en caso tal que no puedas, exprésale que ahora no puedes escucharle, pero más tarde podrás atenderlo.
4. Utiliza "los mensaje tú" para reflejar los sentimiento e ideas de las niñas y niños. Por ejemplo: tú estás enfadada porque no has ganado el juego. Así podrás ayudar a expresar los sentimientos de los más pequeños.
5. Utiliza más los verbos en positivo que en negativo. por ejemplo: Haz... frente a ...NO hagas.
Di a tu niño, "dibuja en este folio" en vez de "No dibujes en la mesa"
6. Utiliza "los mensaje yo", para hablar acerca de tus sentimientos e ideas. Haz declaraciones de cómo te sientes cuando tus hijos se portan mal o como tú no esperabas. Este tipo de mensajes son muy eficaces con los más pequeños, dan la posibilidad al menor de cambiar su propia conducta. No son recomendados para expresar el enfado de los adultos, pues generan desconcierto en el niño o niña. Un ejemplo sería: Ahora necesito ayuda para recoger todo esto...No puedo escucharte con todo este ruido... Me siento molesto cuando veo tanto desorden, en vez de "estoy muy enfadado contigo" etc.
7. Habla "CON" el menor y no "AL" menor. Hablar con los niños y niñas implica una conversación bilateral y hablar a los niños y niñas implica  una conversación unilateral. Hablar con los niños y luego escuchar lo que tienen que decir es un hábito muy valioso, que influye en su adolescencia de manera significativa.
8. Antes de empezar a hablar, asegúrate que te están escuchando. Llama a los niños por su nombre y cuando te asegures la audiencia puedes empezar a hablar, de esta manera te estás ahorrando frustraciones, tiempo y repeticiones.
9. Da instrucciones, consignas o directrices sencillas. Los niños no son adultos, y por tanto no tienen la capacidad de llevar a cabo diez ordenes a la vez, ellos siempre se van a quedar con lo último que has dicho. Esto se llama la curva del olvido. Los niños  pueden pensar en una sola cosa a la vez, normalmente será lo último que has dicho.
10. Pide las cosas más importantes con firmeza. Equilibra el tono de voz, la frecuencia de las palabras, el ritmo y no olvides dar a los niños la razón de tu pedido.
11. Habla a nivel de los ojos del menor, es muy importante la mirada en la comunicación, el contacto visual mejora notablemente la comprensión del mensaje.
12. Ser cortés y gentil es fundamental. Piensa que eres el modelo que el menor seguirá, con lo cual el primer paso es enseñar la cortesía y la gentileza. Las palabras amables y positivas generan un impacto positivo y de bienestar, mientras  que las palabras torpes y negativas no sólo no ayudan sino que empeoran la situación.
13. Por último, permite que las niñas y niños cuenten sus historias sin interrupciones, de esta manera  te estas enriqueciendo con su mundo,  legitimas al niño e incrementas su autoestima,



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